Azúcar de coco, proyectos y decepciones

Se viene agosto y con ello un pequeño parón en el camino. Por tanto, esta va a ser la última entrega en la web hasta septiembre.

El motivo es más que evidente: por mucho que queramos aprender; hay que saber parar cuando toca. Ya habrá tiempo de educar cuando vuelva el cauce al río. Por tanto, yo seguiré creando contenido (y haciendo algún tema de mi profesión enfermeril que tengo pendiente), y en septiembre volveremos a tope como de costumbre (aunque ya te adelanto que septiembre será un mes de «refritos» ya que estaré por Japón en mis propias vacaciones).

Vaya trabalenguas para decir que voy a a hacer un puñetero parón de un mes. Y que mejor forma de poner el lazo y el enganche para septiembre que con una nueva entrega de «Curioseando con el Sacarino».

Para quien no lo conozca, en esta sección hablo de temas muy variados que por su breve extensión no entrarían dentro de una entrada normal: noticias, avances, curiosidades, vivencias, extras…pero siempre relacionadas con el mundo de la diabetes, la nutrición y los estilos de vida saludables.

Sin más dilación, bienvenido a la quinta entrega de «Curioseando con el Sacarino».

Canción y al lío.

1. Vuelve la innovación, vuelve gluQUO.

Ya sabes como son los de gluQUO, incombustibles en cuanto a darle al coco y traer novedades. La última de ellas va muy de la mano con esta web: aprendizaje en estado puro.

O aprendizaje en forma de gamificación:

La gamificación es una palabreja muy de moda en estos días. Viene a hablar de una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional.

Diabetes Academy es una app creada por gluQUO en colaboración con Serafín Murillo (autor de otras miticadas como la tabla de raciones de Fundación Diabetes), y que persigue aumentar tu conocimiento con tests englobados en diferentes categorías. Lleva implícito un sistema de puntuación y de «medallitas» para que te piques y una serie de logros para ir desbloqueando a medida que cumples una serie de requisitos.

Los temas son que más predominan están relacionados con la nutrición y el contaje de raciones. Temas que aunque son básicos en nuestro día a día, suscitan duda y discusión. Sin embargo, creo que hay que ampliar miras (y así se lo he comunicado), en otros muchos temas (deporte, conservación de la insulina, lipodistrofias, uso correcto de la insulina, situaciones de hipoglucemia/hiperglucemia con cuerpos cetónicos…).

Aún esta la cosa en fase «beta», pero para eso estamos; para catar y ayudar a crecer las buenas ideas. En cuanto la cosa esté lista para ser lanzada al mundo, no dudes que serás la primera persona en enterarte.

2. Un nuevo edulcorante en la lupa: el azúcar de coco.

Este pobre muerto de hambre no tiene cabida en ningún grupo. Así que lo voy a meter por aquí en una micro entrega de ¿Qué **** le echo al café?

Lo primero y al turrón, ¿qué es el azúcar de coco?

El azúcar de coco es un producto derivado de extraer la sabia de la flor del coco y calentarla para que se evapore la mayor parte del agua. Es un clásico en culturas como la filipina. Físicamente recuerda al azúcar moreno, con un color ligeramente parecido y una textura arenosa. Tiene un sabor muy natural y similar a este, sin regustos raros. Y es totalmente válido para extrapolarlo a la cocina.

Pero vamos al grano, nos encontramos con un edulcorante calórico y totalmente natural. Su método de procesado es muy sencillo y lo suficientemente «indie» como para saber que la industria no mete la huella. El mismo se distancia del azúcar de toda la vida para irse hacia la miel o el jarabe de arce ya que no solo está formado por sacarosa (70%), glucosa y fructosa si no por muchos otros compuesto como: aminoácidos (glutamina), minerales (hierro, zinc, calcio o potasio), o vitaminas del grupo B. Pero tampoco nos volvamos locos, te puedes imaginar que las proporciones que puedes sacar de una cucharada de azúcar de coco serán bajas.

Y ahora viene la principal diferencia para el gremio dulce. De base nos encontramos con un azúcar que tiene un contenido en azúcares muy similar al azúcar de mesa y que se distancia bastante de otros como la miel o la melaza. Hablamos de 94 gr de HC por cada 100 gramos de azúcar de coco. Sin embargo, el azúcar de coco tiene una peculiaridad que lo hace único y muy interesante:

El origen del amigo, el coco; es una buena fuente de minerales, antioxidantes y demás historias que ya mencioné antes. Pero además, el coco contiene una fibra llamada inulina. Parte de esta fibra está presente en dicho azúcar. Esto permite distanciarse en cuanto a su índice glucémico (IG): y es que el azúcar de coco tiene un IG bajo de 35. Por tanto, no subirá a la velocidad que puede subir nuestra amiga proveniente de la caña.

Y aquí iba a dejar la historia. Pero como yo soy de rebuscar mucho, me encontré con un dato interesante. Al parecer, el único estudio que habla del IG del azúcar de coco está basado en 10 voluntarios y realizado por el departamento de Agricultura de las Filipinas. En dicha web que comparto aquí, se dice una verdad como un templo: ¿no es todo un poco sospechoso? ¿Cuanto interés hay en dejar mejor de la cuenta al azúcar de coco? (teniendo en cuenta que las Filipinas son uno de sus principales exportadores). Esta falta de estudios me hace dudar mucho de ese IG de 35.

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Así que queda un final bastante agridulce. El azúcar de coco tiene como ventaja su origen natural y sus cantidades de nutrientes extras (que aunque no sea lo mismo que comerse un coco, ahí están). En cuanto al tema del IG, quedará en el aire.

¿Recomiendo su uso? Sin duda para edulcorar un café no lo veo. Pero quizás para aquellas personas que disfrutan de la repostería y que prefieren usar azúcar y no complicarse con otros edulcorantes, puede ser una buena opción para probar y ver como les va.

3. Ñuuum! ¿Un nuevo indispensable en la cocina?

Igual va siendo hora de tirar ese feo vasito medidor. Si, ese de plasticucho con agujeros que hemos utilizado desde el debut hasta la saciedad, hasta que las lineas y los números se han difuminado y su función se ha ido al garete. El que diferenciaba entre arroz, pasta y «lenteja». Un indispensable multiusos que siempre acababa olvidado.

Los tiempos corren y las ideas vuelan. Y en esta ocasión, la imaginación y la buena fe traen consigo un interesante compañero de cocina: Ñuuum!

Ñuuum! es un proyecto que nace con el objetivo de ayudar en los cálculos de raciones y en su propia visibilidad. Dar mayor naturalidad al proceso de cortar y calcular raciones del pan. Dar mayor comodidad a la hora de coger el cacito de arroz y servir esas dos raciones en el plato.

Consta de dos elementos que son:

El famoso vasito medidor reinventado: en este caso de cerámica, con capacidad para dos raciones de HC y sin tanto número, distinción, o historia engorrosa (una línea fina separa ambas raciones, llena hasta donde quieras y sirve).

Una curiosa tabla para cortar el pan que te permite con bastante precisión, hacer una rebanada de pan de barra o de hogaza de una, dos o las raciones que tu quieras. Cada tipo de pan tiene sus «guías» correspondientes. Sin duda es un elemento que habría que probar en casa, ya que también depende mucho el propio peso del pan. Pero si visualizamos la típicas barras de pan de tienda, la cosa coge rápido el sentido.

Ambos elementos son sumamente minimalistas y sofisticados, y se combinan (como ves en la foto), de lujo.

Dicho proyecto está todavía en desarrollo y fue mostrado hace relativamente poco en Madrid.

Pero sin duda, se trata de un trabajo muy currado y mimado que de seguro va a ser útil para nuevos y viejos conocidos del gremio.

En cuento tenga nuevas noticias te las traeré bien fresquitas. De momento voy a terminar con los tres objetivos que busca Ñuuum!:

1. Dar solución a un problema real.
2. Trasladar la diabetes a un lenguaje cotidiano.
3. Reducir la parte negativa que nos genera el cambio.

Si quieres seguirlo de cerca, te dejo su Instagram pinchando aquí.

4. Los SGLTS la vuelven a liar parda.

Lo que parecía una revolución para el campo de la DM2 y que incluso se había extrapolado al campo de nuestra amiga la autoinmune está resultando ser un lobo con piel de cordero.

Los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2  (también conocidos en su casa como Gliflozinas), son una familia de antidiabéticos orales (ADOs), que actúan a nivel de la nefrona del riñón impidiendo que esta reabsorba la glucosa. Lo hacen al bloquear este transportador específico (SGLTS2), que se encarga de gestionar cerca del 90% de la glucosa total que atraviesa el riñón.

Fundamentalmente hablamos de tres fármacos comercializados: dapagliflozina, canagliflozina y empagliflozina. Estos se utilizan tanto en monoterapia como combinados con otros ADOs o insulina cuando el control no es óptimo.

Así que tenemos a tres amigos que básicamente cogen la glucosa y la eliminan de circulación favoreciendo el descenso glucémico. Como efecto colateral, también aumentan la excreción de sodio; lo cual es útil para reducir los niveles de tensión arterial. Por último, también ayudan en la pérdida de peso.

La cosa llega hasta el punto de que la Agencia Europea del Medicamento ha recomendado su uso para la DM1 mal controlada con tratamiento insulínico. Esto la podría convertir en el primer tratamiento oral aprobado para nuestra dulce.

Pero no es oro todo lo que reluce.

A las Gliflozinas ya se las había asociado de tiempo con la aparición de cetoacidosis. Una cetoacidosis «euglicémica» brusca y bastante fea que se ha llevado a más de uno por delante. A tanto llegó el asunto que la FDA hizo en 2015 un reporte de seguridad al respecto. La cosa va a peor en el caso de la DM1, con la que se ha encontrado una asociación más frecuente que en la DM2.

Un estudio publicado en 2016 en «Diabetes Care», buscó la asociación de la canagliflozina con la cetoacidosis. Y vaya si la encontró: en torno al 5% de los pacientes estudiados desarrolló una cetoacidosis, porcentaje que aumentaba cuanto mayor era la dosis de este ADO.

Puedes entender que da mucho respeto plantearse su uso. Y con la bomba que ha salido hace cuatro días ni te cuento:

Un estudio publicado en «Annals of Internal Medicine», hablaba de una realidad alarmante: el ingente número de casos de Gangrena de Fournier asociados a dicho tratamiento. En el estudio se analizan 55 casos acontecidos entre 2013 y 2019 y que acabaron derivando en cirugías, largas hospitalizaciones y mortalidad asociada. Que decir que vuelve a salir nuestra amiga la cetoacidosis, y un todavía más elevado número de infecciones urinarias asociadas (que son el desencadenante de esta gangrena).

La gangrena descrita se conoce como Gangrena de Fournier, una fascitis necrotizante asociada a una infección de rápida evolución y que afecta a los genitales pudiendo extenderse a miembros inferiores, abdomen y tórax. Esto se debe a que va «trepando» por las fascias (tejido conectivo que recubre músculos, tendones y órganos). La amputación de alguna zona es casi segura. Su mortalidad asociada, bastante elevada.

La gracia continua cuando analizas otros ADOs como la metformina. Se buscaron todas las situaciones asociados a los mismos durante 35 años y solo encontraron 19 casos. Por tanto, estos problemas son exclusivos de los SGLTS2.

Visto lo visto, si algún día te recomiendan probar a esta familia tan maja de fármacos; yo me lo pensaría dos veces. No te extrañe que cualquier día los saquen del mercado.

[bctt tweet=»DECEPCIÓN 2″ username=»Don Sacarino»]

5. Y acabemos con una de Youtube.

Una de las partes menos visibles de Don Sacarino son los eventos a los que acudo. Jornadas, congresos, presentaciones de productos…sea por la parte del gremio dulce o por la parte enfermeril, no me pierdo uno.

Hace unos meses estuve en un congreso asombroso en Madrid: las primeras jornadas de Instadocenciasalud. Un evento donde acudieron grandes figuras de enfermería en red y pacientes top de diferentes patologías (entre ellas una de las más top del gremio dulce: mi amiga Eurekilla).

Pues da la casualidad que la charla que di fue grabada. En ella, hablo sobre el origen de Don Sacarino (con algún que otro dato inédito), y sobre como educo tanto a pacientes como a sanitarios en mi web y con mis infografías.

Darle las gracias a mi amiga Carolina por grabar la charla y pasármela. Sin su gesto esto solo hubiera quedado en la memoria de los asistentes. Que por cierto, también es youtuber (y muy buena). Te dejo su canal pinchando aquí.

Dentro vídeo.

https://www.youtube.com/watch?v=yYq-1MvsAtg

Y con esto toca poner fin a la entrada número 95 de mi web. Y toca decir un hasta luego, un hasta septiembre. Espero de corazón que disfrutes de lo que queda de verano y de esas merecidas vacaciones (si aún no las has cogido). Cualquier cosa, ya sabes que estoy disponible por mis redes sociales.

Como de costumbre, te recuerdo que te puedes suscribir a mi newsletter para no perderte ni una de mis entradas (gratis y con regalo incluido). Te lo dejo pinchando aquí.

Y también te comento (por si no tuviste el gusto), que tengo para descargar 100% free un librito en formato PDF con las 22 primeras infografías que he creado durante el año pasado. El segundo libro está en proceso. Te lo dejo pinchando aquí.

A por esos controles perfectos.