Diabetes y alcohol: ese combo ante el que pocos saben como actuar…
Hablemos de alcohol y diabetes. Hablemos de polémica.
Ya sabéis que hace unas semanas hablé de mi experiencia hace años con este tema. Si no estás al tanto, tranquil@; puedes ir a leerlo pulsando aquí.
Pues bien, este tema me parece especialmente importante (y preocupante por que no decirlo). Diabetes y alcohol se llevan de perros, y por desgracia; a edades pediátricas entraditas va a estar muy presente.
Mi opinión inicial es muy sencilla: no al alcohol. Ahora bien, ya sabéis que esta pagina está basada en la flexibilidad y el conocimiento. Una cerveza no te va a matar, ni te tiene por que estropear el día. El alcohol, como cualquier aspecto que choque con la diabetes; tiene que verse en su plena extensión.
Así que venga. Vamos a volvernos un poco mas eruditos en el tema. Estos son las 7 leyes del «si controlo». Hablando con seguridad de diabetes y alcohol.
1. Esto es el alcohol y sé de lo que hablo.
Si nos ponemos científicos, podemos definir al alcohol de la siguiente manera: «Es el nombre genérico de una familia de compuestos químicos de carbono, hidrógeno y oxígeno que siempre contienen el grupo funcional hidroxilo (-OH), éste último determina las propiedades características de esta familia».
En el pasado tenía otro significado, ya que su origen en la palabra árabe «al-kuhl, o kohl» lo refería a cualquier tipo de polvo fino (siendo su origen un polvo de antimonio que se utilizaba para cosméticos de ojo). Se ve que a los alquimistas medievales les gusto la palabreja, porque la adoptaron para todos los temas de destilación que empleaban en esa época. Y así llegó hasta nuestros días.
El alcohol mas conocido es el alcohol etílico o etanol, el que compone vinos, cervezas o «shots». Curioso que también se utilice de disolvente de compuestos orgánicos y como materia prima en la manufactura de colorantes, fármacos, cosméticos y explosivos. Casi nada lo que nos metemos al body.
2. Soy tan «pro» que hasta me se calcular las raciones de una copa.
Vamos, carbohidratos. Antes de entrar en la ida de olla que nos puede producir el alcohol; es importante ver que pasa con nuestras raciones. Vais a ver que las diferencias entre tipos son bastante palpables. Para ello vamos a hacer dos grupos:
1. Bebidas fermentadas.
- Cerveza: Últimamente se habla mucho de ella. Incluso dicen que una al día es signo de salud. Al margen de costumbres o estudios, decir que la cerveza es complicada para nosotros. Por un lado, vienen siendo entre 10 y 15 g de hidrato de carbono por lata o botella (los clásicos 330 cc). Esto es si hablamos de cervezas comerciales (tipo mahou o heineken). Si nos vamos a cosas más raras, las diferencias son notables: hay cervezas que pueden llegar a contener hasta 30 g de hidrato de carbono, y otras como las guinness; menos de 10 g). Por otro lado está su descomunal índice glucémico, nada mas y nada menos que de 110. Por lo que te va a subir la glucemia por las nubes en un suspiro.
- Vino: Puede resultar chocante, pero a pesar de su origen; el vino trae muy poco en cuanto a hidratos se refiere. Básicamente las calorías aportadas van relacionadas con el alcohol puro y duro, y es que los vinos independientemente de que sean blancos, tintos o rosados; traen aproximadamente 2 g de hidrato de carbono por cada 100 ml. Eso sí, cuidadito con los vinos dulces y los tipo Oporto; en estos la cosa cambia (aproximadamente 13 g de hidrato de carbono por cada 100 ml).
- Sidra: Que rica la manzanita de la que viene, y que buena la sidra de mi tierra. En este caso nos encontraríamos con 6 g por cada 100 ml.
- Cava y Champagne: Ambas por el estilo, aproximadamente 1,5 g por 100 ml.
2. Bebidas destiladas o espirituosas.
Tema sencillo en cuanto a hidratos se refiere. Las bebidas de este tipo (las mas clásicas serían el vodka, whisky, ron y ginebra), carecen totalmente de hidratos de carbono o cualquier elemento nutricional…las calorías resultantes son las llamadas calorías vacías, que están directamente relacionadas con sus proporciones de alcohol etílico.
Ahora que hemos terminado esta clasificación y antes de entrar al siguiente punto vamos a poner en conocimiento lo siguiente. Las bebidas alcohólicas por lo general, carecen de valores nutricionales en sus etiquetas. Esto es realmente preocupante cuando el adolescente sale y pide sin saber lo que se está metiendo en el cuerpo. ¿Me pongo insulina o no me la pongo? Con esta pequeña reseña espero que os sea de uso para el futuro.
No voy a entrar en mas historias (nos faltarían los cócteles, cremas y licores), pero sinceramente; sabemos que no vamos a beber, y si lo hacemos nos quedaremos en el primer grupo.
Bueno va un dato más: Los cócteles llevan gran cantidad de hidratos, mezclas complejas donde entran muchos ingredientes y bebidas a la vez. Así que mejor evitarlos.
3. Me conozco al dedillo los efectos del alcohol.
Mas allá de lo mucho que te puedas reír, de esas fiestas L.E.G.E.N.D.A.R.I.A.S que parece que solo pueden invocarse con unos cuantos tragos; el alcohol produce a corto y medio plazo numerosos efectos los cuales os resumo en la siguiente tabla (nos olvidaremos del tema a largo plazo ya que es otro mundo y no creo que sea necesario entrar):
4. Siempre tengo en cuenta al trío calavera cuando bebo.
Amigos míos, como siempre; la cosa no queda en la lista anterior. El verdadero problema del alcohol para cualquier diabético; se resume en una tríada bastante puñetera:
- El alcohol se absorbe y metaboliza en el hígado. Allí, entorpece la capacidad que tiene este órgano para transformar el glucógeno en glucosa lista para usar. Es como ese amigo pesado de clase que no nos deja atender a la lección. El hígado ocupado en metabolizar el alcohol (primera prioridad, muy costosa y lenta), no puede dedicarse a transformar y segregar glucosa. Este bloqueo de chacras es altamente perjudicial, si no conseguimos glucosa por esa vía; la hipoglucemia será un hecho muy probable. Y ya si hacemos ejercicio (típicos bailoteos), ni os cuento. Por otro lado, estas hipoglucemias son inadvertidas. Es muy fácil confundir borrachera e hipoglucemia. Ampliaremos en la ley número 5.
- Por el mismo camino llegamos al punto dos. Olvidaros del glucagón de emergencia. No va a hacer ningún efecto.
- Y por último, hay que tener en cuenta el altísimo riesgo de hipoglucemias tardías. Salimos y libramos; pero cuando nos acostamos con la gran cocida, podemos levantarnos doblemente perjudicados…las hipoglucemias tardías relacionadas con el alcohol suelen ser muy severas (sobretodo si hemos comido poco).
Por ultimo, incluir un ultimo elemento; los vómitos. Creo que no es necesario decir que si aparecen, la visita al hospital esta casi asegurada en nosotros.
5. Se distinguir diabetes y alcohol (cuando la hipoglucemia acecha).
¿Cómo vamos? ¿Un poco saturados con el combinado diabetes y alcohol? Ya nos quedan poquitas leyes de barrio.
Bueno, este es un tema bastante fundamental…como ya comentamos antes, las hipoglucemias y el efecto de unas copas de más pueden verse interlazados y camuflados uno con el otro. Vamos a ver una comparativa entre ambos conjuntos de síntomas antes de proseguir:
En primer lugar contaros que he dividido los síntomas del consumo de alcohol en dos fases: la inicial (color rojo), y la fase de embriaguez propiamente dicha (color azul).
Partiendo de este punto, podemos ver que aunque coincidan síntomas; hay muchas pistas que como buenos detectives podemos seguir. Y ante la duda, siempre, siempre…un control en el momento justo ayuda mucho.
6. Se que no me conviene consumar alcohol con diabetes…
Punto clave y que necesariamente tiene que quedar claro. No nos conviene mezclar diabetes y alcohol. Pero para nada.
Podemos estar bien preparados claro, conocer las raciones que nos entran, distinguir entre síntomas, hacernos controles frecuentes, seguir las recomendaciones (que veremos en el siguiente punto)…aun con todo esto, nos vamos a encontrar muy expuestos a problemas bastante serios.
La glucemia inicialmente nos subirá por las nubes (sobretodo con el tema de las bebidas destiladas y sus mezclas azucaradas), es lo que tiene que pasar…una subida radical y que no seremos capaces de compensar a tiempo. Si nos corregimos, estaremos arriesgándonos a que el alcohol nos pegue un gran bajón a las horas. Si no lo hacemos, puede que amanezcamos con hiperglucemias terribles, o incluso con hipoglucemias si hemos bebido demasiado. El estado de incertidumbre nos acompañará durante la noche y parte del día siguiente, con un importante desbalance.
Incluso durante la fiesta, el alcohol tenderá a relajarnos y bajar la guardia; a pensar que no va a pasar nada. Es entonces cuando estaremos a su merced.
Te vuelvo a hablar de mi reflexión sobre el alcohol que encontraras pulsando aquí. Te contaré lo tonto que fui, y el susto que me lleve al respecto.
7. …Pero si lo consumo, estaré preparado.
Si aun con el punto anterior estás decidido a salir y beberte alguna copita, te recomiendo encarecidamente que sigas estas recomendaciones (junto a todo lo anterior): empollatelo, hazte un post-it, tatuatelo a fuego, cuéntaselo a tus amistades o a tus compañeros de juerga nocturna…adelante con ellas:
- Olvídate del alcohol si tienes una descompensación en tus cifras glucémicas, no harás más que multiplicar exponencialmente los riesgos.
- Nunca hay que beber con el estómago vacío: Una norma casi universal que evitará que el efecto del alcohol sea más directo.
- Si vas a beber, procura tomar bebidas con menor graduación alcohólica (las famosas bebidas fermentadas). Consúmelas lentamente para que el nivel de alcohol se eleve poco a poco y no interfiera tanto en la capacidad de detección de hipoglucemias. De verdad, bebe con moderación.
- Si vas a tomar bebidas destiladas (clásico cubata), evita las mezclas light, mejor bebidas que contengan azúcar y puedan compensar el efecto hipoglucémico del alcohol.
- Si puedes prepararte la bebida mejor que mejor, te aseguras de que tomas lo que exactamente quieres y has calculado en tus planes.
- Realiza controles de glucemia frecuentes. Yo te recomiendo que realices un control cada 1h/1’30h. Parece exagerado, pero así podrás observar si estás tendiendo hacia una hiperglucemia o hipoglucemia y podrás actuar como es debido.
- Comprueba tu glucemia antes de acostarse y, aunque esté alta, come algo que contenga hidratos de carbono de absorción lenta para prevenir la hipoglucemia durmiendo.
- Se muy riguroso en las horas posteriores al consumo de alcohol y realiza frecuentes controles.
- Evita corregir las hiperglucemias mientras bebes. Este es más un consejo personal; desconozco si tiene o no fundamento. Ponlo en marcha si tienes pensado beber gran cantidad de alcohol, sobre todo del tipo cubatas; donde el efecto hipoglucémico posterior será más potente. Cuando salía a beber, solía corregirme las hiperglucemias. Esto no me generaba más que un efecto negativo, ya que era muy propenso a tener hipoglucemias tanto a las pocas horas después como tardías y graves al despertarme al día siguiente.
- Es fundamental que vayas identificado (pulsera, chapa, un identificativo en tu cartera). Así mismo, es muy importante que tus amigos y gente que te rodea sepa de tu condición y de que hacer en una situación de peligro si mezclas diabetes y alcohol.
Y con esto terminamos la entrada de hoy. Al ser un tema muy complejo y problemático; me encantaría saber vuestra opinión y experiencias al respecto. ¿Mezclas en la misma jugada diabetes y alcohol?
Como de costumbre, te recuerdo que te puedes suscribir a mi newsletter para no perderte ni una de mis entradas (gratis y con otro regalo más). Te lo dejo pinchando aquí.
A por esos controles perfectos.
Tomo nota para la próxima vez que beba jaja me sirve de gran ayuda 🙂
Me alegro 😀 yo lo tuve que aprender a base de probar y probar…beber con moderación y con conocimiento amiga (:
Gracias, tema q me interesa bastante. Para mi dulce de 20 años es un tema intractable… Como cualquiera relacionado con la Diabetes ????.
Se lo haré llegar. Gracias
Muchisimas gracias…. esto lo va a leer mi hija adolescente ya de ya …
Gracias a ti por leerme 😀
una palabra e x c e l e n t e
Mi consejo es que no beban si son diabéticos! Mi esposó está en este momento 4am en mi país vomitando desde las 12am y tiene el azúcar en 40 no quiere tomar nada y no hace caso! Cómo creen que puede terminar una persona tan irresponsable y tienes dos niños pequeños que no han dormido asustados!
Debuté con 17 años.. y recuerdo haber buscado por Internet en numerosas ocasiones los efectos del alcohol en personas con diabetes. Lo único que encontré fue lo mismo que me dijo mi endocrina «es perjudicial, si bebes hazte muchos controles». Nunca he tenido ningún susto, por suerte. Digo suerte porque la primera vez que tomé alcohol siendo diabética, mi maravillosa técnica de conteo de raciones estaba clara: cubata (mitad vodka + mitad coca-cola) … (jajaja tenía tanto que aprender aún…) creo que esa noche me salvaron las magdalenas rancias que siempre llevaba en el bolso (por si acaso).
No me he llevado sustos, pero lo cierto es que no suelo beber alcohol y menos tras leer tu magnífica entrada.
Un saludo y gracias otra vez 🙂
Claro conciso y muy interesante. Gracias
Excelente muchas gracias por información la cual han compartido con nosotros es de mucha utilidad para quienes buscamos opciones ante este problema de salud tan difícil de controlar. Mas cuando uno busca un buen tratamiento que ayude a controlar la diabetes de forma efectiva, con estas estrategias que nos puedan dan ay a vivir una vida plena, estoy muy seguro que esto será de gran ayuda para todos. http://5blogger.com/diabet3s