Helado, gulas y ketchup. Las claves de la nueva sección. Se me ocurrió precisamente por las segundas, esas «lombrices de mar» que me encantan pero que tienden a llevar una de mierda que alucinas. A partir de este punto, tracé un plan: recorrerme los supermercados más míticos con el objetivo de fichar los productos más saludables posibles de cada clase. Y no solo válidos a nivel nutricional, sino aquellos que nos sean más sencillos de manejar (desde el punto de la diabetes).
No se cuanto durará esta sección, en el fondo; hasta que la imaginación se me termine. Y para que dure más, espero vuestro feedback y que me deis ideas de alimentos que queráis que investigue.
Para que no se haga muy pesado, cada entrega llevará 3 alimentos y según lo que encuentre; un pequeño ranking. Serán productos de compra directa (nada de internete), y con especial interés hacia los que precisen refrigeración (y que por tanto son más complicados de obtener por la vía online).
¿Y qué sitios voy a visitar? Pues tiraré de 4 grandes en esto de la alimentación: Carrefour, El Corte Ingles, Mercadona y Lidl. Los elijo ya que son lugares a los que todos tenemos acceso independientemente de la comunidad en la que vivamos. Si encuentras algo más interesante en otro sitio, soy todo oídos.
Por último, buscaré productos con la menor cantidad de porquerías posibles, sin E- perjudiciales, bajos en HC y grasas malas…vaya, lo mejor de cada casa.
Sin más dilación, comenzamos (no sin antes dejarte una canción «tranquis» por si quieres acompañar la lectura).
Las gulas, ese popurrí de pescado en forma de lombriz.
En un mundo ideal, la gula vendría de la angula, un pescado que es caro de collons (y si quieres que se te salgan los ojos de las órbitas pincha aquí). Así que aquí tenemos una versión económico-espiritual más.
La gula o surimi (nombre japones que significa músculo de pescado triturado), es un sucedáneo que proviene generalmente del Abadejo (similar al bacalao y que algunos lo llaman la panga infiltrada), aunque puede venir de otros como la merluza polaca, el hoki…
Tiene un sabor bastante similar pero los más expertos notan la diferencia. La cuestión es que están muy de moda y te las encuentras a patadas y en mil variedades en la zona de refrigerados. ¿Y cual es el problema? Pues lo de siempre: la cantidad de cosas añadidas que llevan.
Así que bien raudo, me puse a patear los supermercados. Y en este caso concreto, solo encontré una versión diferente del resto:
El principal problema que tienen las gulas, es nuestro amigo el glutamato o todas sus variantes de la E-621 a la E-625. Este potenciador del sabor es altamente adictivo ya que interviene en uno de los receptores del gusto: el sabor umami que proviene del japones y significa «sabroso». Parece demostrado en mayor o menor medida que favorece la obesidad (aunque harían falta más estudios), disminuye la hormona leptina (relacionada con la regulación del apetito), y genera daños neurológicos (esto solo demostrado en roedores).
Pues bien, en todos los paquetes de gulas que he buscado sale el amigo (tanto refrigeradas como congeladas y en lata). La única opción que no las tiene viene de una marca blanca del Carrefour.
Ingredientes: Surimi, azúcar, albúmina de huevo, estabilizantes (sorbitol, polifosfatos), agua, aceite de girasol, harina de trigo, sal, proteína de soja, proteína vegetal, proteínas de leche, aromas, estabilizante (goma xantana), ácido láctico, tinta de cefalópodo.
La grandísima totalidad de los ingredientes son corta-pega del resto de marcas (sean más o menos caras). El resto de ingredientes son «aceptablemente decentes» (no te olvides del sorbitol y que deriva en fructosa que se puede acumular y metabolizar favoreciendo la formación extra de grasa…aunque las cantidades que llevará serán irrisorias).
Decir también que lleva su buena cantidad de grasas (11 gr de los cuales 1,5 gr de saturadas por 100 gr), y mucho ojo que también algo de HC (8,2 gr por 100 gr de producto). Te preguntarás el por que del HC, sencillo: las gulas siempre van acompañadas de algo de harina de trigo y azúcar (este último en cantidades muy bajas). Este campo de grasas e HC coincide con el de otras marcas consultadas.
Pero, pero, pero…
El Lidl me cerró la boca. Y es que no pensaba encontrar nada decente en este sitio tan «único». Y aunque en los próximos dos productos no me equivoqué, si lo hice en las gulas.
Esta versión de Ocean Sea es ir más allá. Es una versión mejorada. No solo es que no lleve glutamato, sino que también quitamos los estabilizantes, el azúcar y el ácido láctico. Resultado: un mejor producto y una reducción sustancial en los HC (6 gr por cada 100 gr de HC de los cuales solo 1 gr son azúcares).
Dicho lo dicho, las gulas del Lidl se vuelven la opción más saludable.
Está claro que las gulas no son el alimento estrella que todos quisiéramos tener (por muchos nombres y versiones rimbombantes que nos metan en los restaurantes), pero al menos ten en cuenta que hay dos opciones (sobretodo la última), que se distancian del resto.
El helado, ese que me como todo el año.
Seguramente no sepáis que dentro de mi top 5 de alimentos favoritos se encuentran: las lentejas, el arroz con tomate, el hummus, las croquetas y el helado. No sabría decirte en que posición exacta iría este último, pero lo que te aseguro es que entra en el top 3.
El helado es de esos «caprichos» que pasan de puntillas y sin gritar demasiado. Siempre le estamos dando caña a la bollería industrial, a las patatas de bolsa o a las pizzas de ultracongelados; pero a menudo nos olvidamos del helado. Y si, es bastante más light que otros pesos pesados del mundo procesado, pero también tiene lo suyo.
También es uno de esos productos que se antoja «complicado» de hacer a nivel casero. Y que levante la mano el que acostumbra a hacer helado casero en casa…tu y yo sabemos que da una pereza horrible, que tiene su técnica y que no hay tiempo para tanto (y más para algo que vas a tomar de vez en cuando).
Me he pasado un buen rato analizando los frigos y congelándome las manos. Gracias a esto, te puedo contar mi top 3 de «helados procesados».
Puesto número 3.
Con el bronce tenemos a este helado italiano de la marca «Los Lositos». Es un top en cuanto a ingredientes, pero en azúcares es el que más abundancia trae (más de 20 gr por cada 100 gr de producto). Hay un total de tres variedades (chocolate, vainilla y tiramisú). Divino si no fuera por que hay opciones bastante más reducidas en HC (manteniendo unas buenas características nutricionales).
Puesto número 2.
El segundo puesto se lo lleva la marca The Bio Factory. Lo encontramos en las siguientes variedades: vainilla, chocolate 70%, chocolate belga, coco y leche merengada.
A nivel de HC, tienen una media según la clase de entre 15 y 20 gr de HC por cada 100 gr. El problema es que en su totalidad son azúcares simples. Escaso en grasas y también en proteínas.
Ingredientes (variedad vainilla): Leche pasteurizada, azúcar de caña, nata, leche en polvo desnatada, dextrosa de maíz, vainilla, estabilizante.
En cuanto a ingredientes, está muy muy bien…casi podríamos considerarlo un alimento para realfooders (aunque no especifica el estabilizante que utiliza y lleva azúcares añadidos…así que me mandarían a la mierda). Supuestamente ecológico y todas esas mierdas de las que me creo solo la mitad.
Lo dejo en un segundo puesto por su elevado contenido en azúcares simples.
Puesto número 1.
La corona se la lleva un helado que llevo meses consumiendo. Es de la marca Breyers, y lo podéis encontrar fácilmente tanto en El Corte Ingles como en el Carrefour. Tiene 4 variedades: Chocolate, vainilla, menta y cookies and cream. Salvo la de menta las he probado todas y están riquísimas (aunque yo me quedo con mi querida vainilla).
Es de la lista el más reducido en HC (dependiendo del tipo rondan entre los 9/10 gr de HC por cada 100 gr de producto. De estos, la mitad son azúcares provenientes de la leche y algo de azúcares simples. Lo buenísimo que tienen, es que el sustituto es muy top: mi amado eritritol y glucósidos de steviol.
Además, están súper reducidos en grasas (menos de 2 gr por cada 100 gr de producto), y más ricos en proteínas que cualquier otro helado que haya visto (unos 4 gr por 100 gr de producto).
Ingredientes (variedad vainilla): Leche desnatada rehidratada, leche desnatada concentrada, maltodextrina, edulcorantes (eritritol, glucósidos de esteviol), nata (4.5%), proteínas de leche, azúcar, emulgente (mono y diglicéridos de ácidos grasos), estabilizantes (goma garrofín, goma guar), aroma natural de vainilla, vainas de vainilla.
Decir que evidentemente es más procesado que las otras dos versiones, pero al final prima la facilidad a la hora de calcular, consumir y conseguir unos buenos postingesta. Otro motivo por el que lo incluyo a pesar de ser algo más procesado, es por que lo que llega no chirría demasiado.
Desaparece el maldito carragenano (estabilizante que está presente en el 90% de los helados y es malísimo para la panza); y en su lugar, van dos mucho mejor considerados. Lleva algo de azúcar y maltodextrina (pero en cantidades muy muy reducidas), y del resto pues ni tan mal.
Así que si no queréis haceros el helado en casa y sobretodo si como yo sois del género dulce, esta es la mejor opción que he encontrado.
El ketchup, un clásico que llevo siglos sin consumir.
Se que más de uno lo ama con todas sus fuerzas. Yo sinceramente, siempre he sido más de su enemigo más acérrimo; la mostaza.
Pero dado el éxito que cosecha, tocaba meterlo en este primer capítulo.
No se si lo sabréis, pero el ketchup viene de una receta china antiquísima que se conoce por el nombre de ke-tsiap. Y de aquellas, se utilizaba más que como alimento como conservante (mezcla a base de azúcar y vinagre), que no llevaba tomate.
Tras descubrir el cielo los pobres marineros que por aquellas estaban metidos en la incógnita Asia del s.XVII (que poca imaginación teníamos los europeos), llegó el señor Heinz para meter tomate en la «receta», y llevarse todo el mérito para la posteridad.
Ahora que me he hecho el guay contando clases de historia, me toca contar cuales han sido los ketchup industriales que me han parecido más saludables:
Puesto número 3.
Para este tercer puesto, toca poner a la marca Hellmann´s.
Ingredientes: Puré de tomate y tomate concentrado, vinagre de vino blanco, miel (12%), sal, especias.
El principal problema que tenemos con el ketchup, es el maldito azúcar. Por ello, este y los siguientes van a ir mucho por esta linea.
Como podéis ver, el punto más interesante de este ketchup es que se sustituyen azúcares simples por miel. Tampoco es la gran cosa, pero ya sabéis que la miel tiene un contenido más reducido en azúcares (vendrán siendo unos 75-80 gr de HC por cada 100 gr). Además, tiene un poder endulzante mayor que el propio azúcar simple.
Esto nos permite tener un aporte más reducido en el mismo (16 gr por cada 100 gr de producto), y por tanto una opción más interesante que el ketchup de toda la vida (que viene a tener entre 25 y 30 gr de HC por cada 100 gr de producto). Además, la miel tiene una serie de propiedades extra que no encontramos en el azúcar refinado.
El resto de ingredientes no tienen mayor misterio. Queda en un tercer puesto por que veréis que hay opciones bastante más reducidas en azúcares que esta.
Puesto número 2.
Para el puesto 2, nos pasamos a Prima. Este ketchup se lleva la palma en cuanto a reducción de azúcares.
En este caso, nos encontramos con tan solo 5,9 gr de HC por cada 100 gr de producto. Entonces, ¿por qué queda en un segundo lugar? Dentro ingredientes:
Ingredientes: Tomate, vinagre, sal, fibra vegetal, estabilizantes (goma guar y goma garrofín), aroma, edulcorante (sucralosa), conservadores (sorbato potásico y benzoato sódico).
Como podéis ver, estamos ante una versión altamente industrializada del ketchup. Tenemos estabilizantes y conservadores de entre los que quiero destacar el benzoato de sodio o ácido benzoico (E-210/E-211).
Que nadie se alarme por que ya sabéis lo que decía Paracelso (y parafraseo mucho): «No hay venenos sino dosis». Sin embargo, se sabe que este conservador puede tener efectos a nivel de inmunosupresión, alteraciones neurológicas o reacciones alérgicas. Además, altas dosis en animales ha demostrado una gran toxicidad (sobretodo cuando se acompaña de ácido ascórbico o E-300). Por lo cual y a pesar de que se necesitan dosis altas para generar efectos, si podemos evitarlo eso que nos llevamos.
Por otro lado, tenemos a nuestra amiga la sucralosa. La sucralosa es el edulcorante de moda en el mundo de lo «saludable». Cualquier marca mínimamente alternativa evitará otros como el ciclamato o el aspartamo y pondrá este edulcorante artificial. Pero en el fondo sigue siendo la misma mierda (menos hablada y machacada que el resto). Como ya sabéis que estoy en una lucha continua buscando alternativas a estos mismos, el segundo puesto del ketchup más light del mercado; queda establecido por todo lo anteriormente dicho.
Puesto número 1.
Y la ganadora no es otra que la que se establece en el punto medio. En este caso, gana la partida este ketchup de la marca Heinz.
Ingredientes: Tomates, vinagre de alcohol, azúcar, sal, extractos de especia y hierba aromática (contiene apio), edulcorante (glucósidos de esteviol), especia.
Nos encontramos ante un producto bastante bueno desde el punto de vista nutricional (ídem al puesto 3). Y me dirás, pero si tiene más azúcar que la del puesto 2…pues razón llevas (es la segunda más reducida en azúcares que he encontrado).
La reducción es bastante importante. Nos encontramos ante 12 gr de HC por cada 100 gr de producto y lo que se ha quitado se ha sustituido por glucósidos de steviol. Además, también viene reducido en sal (que ni tan mal).
Con esto llegamos a la reflexión final. El ketchup es algo que consumimos de vez en cuando, echando un chorretón en una hamburguesa o en unas papas fritas/cocidas. Es decir, comemos patatas con ketchup no ketchup con patatas. Por tanto, la cantidad que nos metemos al cuerpo en cada chorretón de ketchup es francamente ínfima dados los bajos porcentajes de HC que este lleva. Vaya, que con un consumo limitado lo podemos considerar como free a pesar de que lleve algo de azúcares.
Así que, en el caso del ketchup; me quedo en ese punto medio: más saludable aunque haya que aumentar un poco los HC.
[bctt tweet=»ANALIZANDO EN PROFUNDIDAD EL SUPERMERCADO» username=»DON SACARINO»]
Y con esto y sin que os haya dado una indigestión (por que menuda mezcolanza de alimentos los que metí hoy), pongo punto y final a la entrada de hoy.
Como siempre, espero tu feedback por aquí o por mis redes sociales. Y si encuentras alguna opción más interesante en otro sitio, házmela saber.
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A por esos controles perfectos.
Me encanta la idea de esta sección y estoy flipando con los descubrimientos que nos has hecho. Ahora mismo, yo no soy capaz de aportar nada más que una utopía: sé que en Inglaterra y otros sitios venden helados muy top llamados Halo top, pero de momento aquí en España no los hay, que yo sepa
Me encanta que te haya encantado Mamen!!! Me apunto los Halo top, investigaré sobre ellos. Un saludo!!
Muchas gracias por tu aportación.
Tendré en cuenta lo del ketchup, que de los tres productos, quizás es el que más consuma, aunque lo hago de manera esporádica.
Ya que estás analizando productos, ¿qué tal el tomate frito? Ese sí lo consumo más habitualmente y dejé el Solis, que era el que más me gusta porque no es de los que menos azúcar tiene.
Saludos.
Amparo
Me apunto ese tomate para la siguiente Amparo. Gracias por leerme!!!
Enhorabuena por tu nueva sección, es muy interesante! Te felicito y te animo a continuar con ella!!
Como dice Amparo el tomate frito sería un alimento interesante a investigar.
Quizá las patatas fritas de bolsa también se podrían analizar ahora que hay tantas modalidades, con aceite de oliva, artesanas…
También se me ocurre la mayonesa, el pan Bimbo, el jamón de York envasado….
Espero que te sirva alguna idea. 😊
Gracias por compartir tu investigación con nosotros!!
Saludos!!
Elsa
A ello nos pondremos pues 😀
Un abrazo!!!
Eres brutal, me encantan tus post.