Nos fuimos buscando a Hugh Grant por Notting Hill, punkis con crestas de metro y medio de colores y teterías de 5 libras la taza. Descubrimos una ciudad inmensa, descomunal, preocupantemente plagada de gente…hasta el punto de parecer pequeñas hormigas en fila de un lado para otro. Una ciudad donde cada uno podría encontrar su pequeña casa, su pequeño lugar…llena de multinacionales de comida, tiendas de todo tipo, mucho lujo y demasiadas prisas.
No os voy mentir, no termino de gustarme…y mira que la intente ver con mis mejores ojos (también llevaba un hype del tamaño de Saturno), pero la veo una ciudad demasiado enfocada a todo el mundo y muy poco a ella misma, quizás le falta algo del encanto que tanto nos venden en la tele y en los libros.
Sin embargo hoy no vengo a hacer de guía turístico y blogger de viajes.
Hoy os voy a contar como pase los 5 días que estuve fuera de casa, como sobreviví con mi diabetes y si sobreviví bien.
Os voy a dejar un pequeño compendio de curiosidades y datos por si algún día os animáis a ir. Comenzamos.
Resumiendo 5 días maratonianos
- No os preocupéis de las hipoglucemias. Seguro que muchos estarían aterrados si media hora después de salir del hotel se dan cuenta de que no llevan nada encima para meterse a la boca en caso de bajón. Tranquilos, en Londres hay una abusiva oferta de «tiendas pakis» donde venden ingentes cantidades de bebidas azucaradas y demás porquerías que os salvarán de unos cuantos bajones (por suerte también zumos autolimitados en sus dos raciones por tetabrick e incluso os los podréis encontrar en versión «light»), así como franquicias de comida en cada esquina donde os podréis abastecer sin problema.
- Fui pensando en las hiperglucemias y acabé con hipos. Tenía bastante miedo al tema comer en Londres…sin embargo pateas tanto que rara vez estás en hiperglucemia a poco que calcules bien las raciones. En cambio las hipoglucemias pueden ser frecuentes debido a los kilómetros a pata que te puedes pegar viendo la enorme oferta que esta ciudad ofrece.
- Volviendo al ojo clínico. Por desgracia no encontré ningún sitio donde me pudieran orientar un poco en relación a las raciones que podía consumir (a no ser que te fueras a aquellos que tienen carta nutricional…si te perdiste esa entrada, os la dejo pinchando aquí). También os digo que mucho no me hinche a comer debido a los desorbitados precios.
- Pidamos un free. Tuve un problema importante a la hora de pedir que mi café fuera free azúcar. Olvidaos de términos como «Sugar free» o «Saccharin»; decantaros por «Sweetener» (edulcorante). Y si queréis tomaros un café con leche de toda la vida, la palabra clave es «Coffee Latte» (el primero que me tome coincidiendo con un bajón fue un triste expresso ya que no sabia como pedirlo).
- Si podéis pillaros buffet libre en el hotel. La verdad que la comodidad que da es brutal. El nuestro era muy sencillo (pan de molde normal e integral, «zumo de naranja», café, leche, cereales, mantequilla y mermelada), pero suficiente para calcular las raciones con mi báscula. Los ingleses no suelen ser muy mediterráneos en los desayunos, así que no me quise arriesgar a desayunar fuera.
- Siempre puedes probar a ir a un super. En nuestro caso y tras 3 días gastando como locos, decidimos relajar y pillar las cenas en un super. Para ello nos fuimos al Sainsbury. Mas allá de lo que se pueda pensar (ya sabéis lo que se habla de Londres y su gastronomía), esta cadena contaba con todo lo que quisieras y más…eso si, la fruta/verdura y el pescado se pagaban a precio de riñón derecho. Tenían muchísimos platos preparados y me sorprendió gratamente la extensa variedad que había para veganos (yo tiré mucho de unos cuencos que había de quinoa con queso feta…rico y sanote si toleras las cenas un poco fuertes).
- Cuidadito en el aeropuerto. Parece que por lo menos en Asturias somos muy confiados. La cuestión es que subí al avión sin que me parasen en ningún momento. En Londres cambiaron las tornas. Al parecer solo se pueden llevar unos 100/200 ml de líquidos en el avión (por lo cual todos los zumos que llevaba en el equipaje de a bordo al garete). También me requisaron unas tijeras del curro que podrían haber desatado una hecatombe en la ida. En relación al resto de material no tuve ningún problema.
- ¿Te acuerdas de todo lo que necesitas para viajar como diabético al extranjero?
Informe médico completo (en ingles si el país de origen no es de habla hispana), donde figure la diabetes y todo lo que necesitas para controlarla. Actualizado para la fecha del viaje.
Insulina actual (en mi caso al llevar bomba llevé la pauta alternativa con Lantus). No te cortes a la hora de llevar bolis en cantidad.
Glucómetro (si puedes uno de repuesto).
Glucagón de emergencia (yo me arriesgue y no llevé por lo muy sensible que es cuando lo sacas de la nevera).
Tiras para al menos el doble de tiempo total del viaje (ten en cuenta que te harás más controles que de costumbre).
Otro material: lancetas, agujas del boli, material de bomba de insulina…
Pasaporte, tarjeta sanitaria europea (si viajas dentro de la UE…y si, seguimos incluyendo a Inglaterra en la ecuación).
Acuérdate de que tu material tiene que ir contigo en cabina, nada en la zona de equipaje.
- Bomba por los aires. Para los que usen bomba de insulina, decir que no tuve ningún problema durante el vuelo (errores de infusión, burbujas…). Tampoco me pitó en el lector de metales.
- Burger king. Si sois tan amantes de las bebidas gaseosas light como yo (aunque solo tomo una vez a la semana por que son muy malas, dan muchos gases y esas cosas…), que sepáis que no os vais a limitar a encontrar cocacola zero, cocacola light y para de contar. Menuda variedad tenían (fanta zero, aquarius zero, sprite zero…os dejo un vídeo muy ilustrativo pinchando aquí).
- Probé unos zumos del Sainsbury 0% súper baratos con los que quería petar esta entrada. Después de que el aeropuerto me requisara la mitad de ellos, los que sobrevivieron en mi maleta me dieron malas noticias; están horripilantemente malos. Aun siguen algunos en mi nevera.
Y para terminar…alguna foto chula del viaje 😀
A por esos controles perfectos.
Pues yo soy diabético y me gusta viajar y le he comido mucho respeto a las hiperactiva pero ya veo que habrá que probar….
Pues a mí, Londres me chifla y para mí fue una prueba de fuego y una evasión. Tras algunos años tras mi debut y mis muchos miedos, recién terminada mi carrera dije ahora vas a ser tú,diabetes,que iras dónde yo quiera ir y no yo, la que se corte las alas por tí, a si es que…a volar se a dicho. ✌️